D esde principios de siglo, el local ha sido destinado a la tocinería. La familia Travé cogió la tienda en 1955. Desde un inicio, la tienda disfrutó de renombre debido a las morcillas, hierves y jamones que hacía el señor Antoni Travé (Pare), maestro artesano Charcutero.
A principios de los años 90 y debido a una enfermedad, la antes citado Antoni Travé tuvo que dejar al negocio, pasando este a mano de su hijo y la esposa de este, Helene Dufner. En Toni se hizo cargo de la elaboración, mientras la Helene centró su trabajo en el punto de venta.
En cuanto al obrador, en Toni siguió elaborando los productos que siempre había hecho su padre, a pesar de que dada su gran afición e inquietud por la cocina, empezó a formarse en este ámbito y en el ámbito de la elaboración en la Escuela Profesional de la Fundación Oficios de la Carne y en diferentes escuelas dedicadas a estos campos. Fruto de esta formación, en Toni recuperó embutidos tradicionales e introdujo técnicas culinarias en aquellos productos que siempre había elaborado.
Desde principios de siglo, el local ha sido destinado a la tocinería. La familia Travé cogió la tienda en 1955.
En cuanto al punto de venta, este iba quedándose pequeño, dado que llegaban clientes de fuera del barrio buscando productos para sorprender familiares y amigos con las Botifarras rellenas más atrevidas. Este hecho produjo que aprovechando unas obras de rehabilitación de la finca, se amplió y modernizar el obrador y se añadió, habilitar y equipar un espacio destinado a la cocina. Animados por el desarrollo del oficio y por el reconocimiento que recibían parto de prestigiosas guías gastronómicas nacionales (Gourmetours) y por otros medios de información (La Vanguardia, El Periódico, diferentes guías de la ciudad de Barcelona, y revistas especializadas), se plantearon la ampliación de la tienda, por lo cual adquirieron el local que había junto al establecimiento.
De este modo, en 2000 la tienda era tres veces más grande que el anterior y el obrador quedaba expuesto cara en el público. En cuanto al equipo humano, del matrimonio Travé, que cogió la tienda a principios de los años 90, se ha pasado a un equipo de siete personas.
La navidad pasada recibieron la notificación de la prestigiosa guía francesa de productores artesanos de Europa. “La Guide des Gourmands”, comunicándolos que en la próxima edición figurarían en esta, dado la peculiaridad de su establecimiento y sus productos, así como la calidad de este. Esta noticia, como otros que a buen seguro recibirán, los alentarán todavía más del que ahora están porque nos sigan sorprendiendo con sus especialidades